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Cuentos infantiles cortos y clásicos para niños

Actualizado 28 diciembre, 2020

Los cuentos para niños son una gran idea para que los niños puedan dejar volar su imaginación y al mismo tiempo puedan aprender algunas cosas sobre la vida a través de ellos. Los cuentos infantiles son maravillosos y existen miles de ellos que te van a sorprender a ti y a tus pequeños. Hoy en este blog te queremos regalar una selección de cuentos infantiles cortos y clásicos para niños para que puedas disfrutar de ellos y puedas contárselos a los mas pequeños de tu familia. Así que disfruta de ellos y comparte los que quieras.

Cuentos cortos infantiles clásicos (ilustrados) 

Encontrar cuentos para niños maravillosos y muy hermosos es una buena idea y es por esto que aquí te queremos regalar los mejores que pueden existir. Hoy te traemos una selección de cuentos cortos infantiles clásicos muy bonitos y que a tus niños les van a encantar. Así que te aconsejamos que sigas disfrutando de este blog y de los cuentos espectaculares que te contamos aquí.

1. Pinocho

El niño de madera Pinocho tuvo su primera aparición en la historia Las aventuras de Pinocho en el año 1883 y fue escrita por el italiano Carlo Collodi. Esta historia tiene varias versiones y la más conocida es la de Disney que fue estrenada en el año 1940. En la historia lo que se plantea es la pérdida de la ingenuidad y la construcción de una personalidad sólida. Tanto es así, que el títere de madera está hecho como un títere, lo que significa que se manipula fácilmente. Incapaz de actuar en el mundo por sí mismo, Pinocho se mete en el mayor problema al hacer lo que otras personas sugieren. El títere también rehuye sus responsabilidades en todo momento, desviándose del camino de la escuela y de sus quehaceres. Esta es una forma de demostrar apego a la infancia y falta de madurez. Otra enseñanza importante es la de la mentira, que se muestra en el cuento a través de la nariz del niño, que aumenta de tamaño con cada mentira que dice. Así, es explícito que no se debe mentir, porque la verdad siempre aparecerá, de una forma u otra. Finalmente, el títere, después de ser engañado varias veces, encuentra a su padre nuevamente y asume las responsabilidades, adquiriendo también la astucia necesaria para no ser manipulado más. Por lo tanto, finalmente se transforma en un niño de verdad.

2. Rapunzel

En Rapunzel, la madre de la niña representa un deseo incontrolable por las cosas materiales, que surge y no mide consecuencias, sacrificando incluso a su hija. Así, la niña es entregada a una bruja que la aprisiona en lo alto de una torre, aislada del mundo exterior. La torre es el símbolo de la ignorancia. La cosmovisión que adquiere Rapunzel proviene solo de los ojos de la bruja, que representa sentimientos de posesión, dominación y mezquindad. Pero la niña sabe en su corazón que la vida es más de lo que se le presenta, y a través del canto busca otros elementos psíquicos. Pero nada es tan simple y la bruja debe cortarse el pelo, que puede ser una analogía del «cordón umbilical», para que la niña pueda salir de la torre y entrar en su bosque interior (su inconsciente). Pasa por pruebas hasta que vuelve a encontrarse con el príncipe y, con sus lágrimas, le devuelve la visión perdida, es decir, su poder para ver un mundo más poderoso y creativo.

3. Blanca Nieves y los siete enanitos

Blancanieves es una historia muy antigua que tiene varias versiones, al igual que los otros cuentos clásicos infantiles. Aquí, los valores que se establecen se relacionan con el desarrollo psicológico y el despertar a una nueva vida, dejando la infancia / adolescencia para la edad adulta. Blancanieves es una niña que tiene una madrastra muy mala y envidiosa, pero tal vez esta sea solo la visión que el niño tiene de la madre en un momento determinado de la vida. Así, al ir al bosque es como si la niña huyera del mundo que conoce y entrara en su propio inconsciente, lleno de peligros. Sin embargo, al encontrar a los siete enanitos, Blancanieves encuentra simbólicamente herramientas que la ayudan a pulir su personalidad. La manzana, según la filosofía, representa el corazón. Al caer en un sueño profundo, Blancanieves está absorbiendo simbólicamente todo el conocimiento que ha adquirido hasta el momento, despertando nuevamente cuando se integra con el lado masculino de su psique, en este caso el príncipe.

4. La Cenicienta

La historia de Cenicienta nos cuenta una narrativa sobre superación y crecimiento. La niña, que es rechazada por su familia, se siente sola e indefensa, pero a través de su búsqueda interior y creatividad logra crear un nuevo mundo para ella, convirtiéndose en una personalidad única, no superficial como sus hermanas. El zapato que la Cenicienta deja caer simboliza la libertad de poder caminar con seguridad y es a través de él que la joven logra conocer al príncipe. Es interesante notar que, según la psicología, los cuentos de hadas son analogías de procesos emocionales a los que está sujeto todo ser humano. Como en los sueños, cada elemento de estas narrativas representa una parte de la psique.

5. La princesa y el sapo

Este cuento nos presenta una situación en la que pasamos de la niñez a la madurez. Aquí, el personaje principal pierde un objeto valioso que representa su infancia, su inocencia y privilegios. Así, es necesario que ella se enfrente a su lado más oscuro y «repugnante» como ser humano, que aparece en la figura de la rana. Al principio, la princesa no quiere ver sus defectos, no quiere ponerse en contacto con sus defectos, porque luego tendrá que responsabilizarse de sus actitudes. Su compromiso con el «cambio interior» está roto. Sin embargo, sabiendo que era necesario crecer para poder relacionarse más plenamente con el mundo exterior, la princesa se acostumbra a la presencia de la rana, es decir, gana intimidad con su propia naturaleza psíquica en desarrollo. Finalmente, hace las paces consigo misma, logrando sabiduría e integrando las partes conflictivas de su ser. Este momento está representado por el beso y la transformación de la rana en príncipe.

6.  La bella Durmiente

Simbólicamente, podemos decir que en las historias en las que el personaje se duerme, se prepara para despertar a un nuevo mundo psicológico, más integrado consigo mismo. Mientras se duerme, la niña trabaja en el contenido emocional, y esto puede ser un proceso de un siglo. Cuando se sienta lista, Aurora finalmente puede conocer a su príncipe, curarse psicológicamente y llevar una vida más plena. Así, podemos decir que el príncipe, en este caso, es una representación del lado masculino de la Bella Durmiente y que, cuando la besa, es como si finalmente pudiera armonizar lados opuestos de su alma.

7. Caperucita roja

Caperucita Roja es uno de los cuentos que más miedo causan en la imaginación de los niños. Eso es porque cuenta la historia de una niña y los peligros que la rodean, y en las primeras versiones el desenlace es terrible, con la muerte de su abuela y nieta. La niña está en la fase de desarrollo y necesita pasar por algunas pruebas para alcanzar la madurez. La presencia del lobo nos habla de la pérdida de la inocencia y las consecuencias de confiar ciegamente en personas con malas intenciones. Por lo tanto, necesita agudizar su intuición para protegerse. El cazador aparece como un elemento psicológico que representa los recursos internos que adquirimos para salir de una mala situación.

8. La bella y la bestia

En La Bella y la Bestia, los significados presentes giran en torno al vínculo emocional entre padre e hija y el descubrimiento del amor. Al pedirle una rosa a su padre, la niña, de hecho, le pide una señal de amor, que el padre busca en el jardín del hombre que luego se casará con ella. Bella, cuando acepta vivir con la Bestia, se compromete a vivir con su lado «animal», como en el cuento La princesa y el sapo. La niña se va encariñando poco a poco con el monstruo y, cuando se da cuenta, se siente en paz con un lado emocional poco explorado, lo que le permite interiorizar conocimientos importantes y armonizar aspectos conflictivos en sí misma. Al mismo tiempo, Bella descubre que el amor por un hombre se puede construir a través de la convivencia y la comprensión.

9. La princesa y el guisante

En la narrativa, el contenido nos presenta valores como la espiritualidad, la sensibilidad y el espíritu investigador. La realeza suele colocarse en los cuentos de hadas como símbolo de la «nobleza del alma», el coraje, la generosidad y la dignidad. Así, el príncipe, cuando busca una verdadera princesa, busca a alguien capaz de reflexionar sobre el mundo y que tenga la sensibilidad suficiente para cuestionar cosas que aparentemente no se ven, cosas de carácter espiritual. Entonces, el guisante aparece con este simbolismo, mientras que los colchones son la representación del mundo como un todo, con las muchas capas de distracciones presentes en él.

10. El gato con botas

Generalmente, los cuentos de hadas traen figuras femeninas importantes, sin embargo en cuento El gato con botas, todos los personajes son masculinos, tanto el padre como los tres hijos, y no hay madre. Así, el relato revela una perspectiva de la psique masculina y la búsqueda de su lado femenino. El ánima se sitúa en la historia a través del gato, que aunque es macho, representa la fuerza femenina. El gato también es visto como un símbolo de la intuición y está relacionado con la Luna y las mujeres que fueron consideradas brujas y quemadas en la inquisición. Así, el hijo menor al heredar el gato, en un principio cree que el animal es inútil, es decir, desprecia los elementos de su alma considerados femeninos. Pero con el tiempo, se da cuenta de que puede llegar mucho más lejos si sabe utilizar estos recursos y asimilar la totalidad de su ser.

Espero que te hayan gustado los cuentos para niños que te regalamos en este blog tan especial…

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